domingo, 18 de noviembre de 2012

La Virgen de Izamal


La Virgen de Izamal

virgen-de-izamal.jpg
“A las palabras se las lleva el viento”, dice el refranero popular. De ahí que los recuerdos sobre las primeras maravillas acaecidas y los testimonios de los beneficiados con milagros, fueran vestidos con la letra que perdura por el fray Bernardo de Lizana, en 1623-24, a través de las páginas del “Diccionario de Nuestra Señora de Izamal, y Conquista Espiritual de Yucatán.”
Lo escrito por Lizana durante la primera mitad del siglo XVII, ha sido una obligada fuente de consulta para los doctores en Antropología Francisco J. Fernández Repetto y Genny M. Negroe Sierra, quienes tuvieron a su cargo la autoría de “Izamal Festivo”.
En Izamal festivo, los investigadores señalan que los dones de la Virgen de la Concepción de Izamal, no sólo se repartieron entre la población indígena -como parte de las estrategias de evangelización-, sino que se derramaron en representantes de todos y cada uno de los grupos socio-étnicos que habitaban la península de Yucatán. Todos necesitaron de la Virgen, incluso en circunstancias contrapuestas.
Los indios -en su condición de conquistados- debían de ser evangelizados, tarea que correspondía a los conquistadores, trayendo consigo todo un proceso de resocialización.
Los negros y su descendencia mezclada, igualmente fueron objetivo de evangelización. Ahora bien, con políticas diferentes a las de los indígenas, ya que su número era mucho menor, y estuvieron más incorporados al mundo de los blancos.
Los españoles -en su calidad de migrantes- también sufrieron la fractura de su universo, que vino a enfrentarse con un paisaje y una cultura totalmente diferentes.
Son tantos los milagros narrados en el Diccionario de Nuestra Señora de Izamal, que los antropólogos citados decidieron seleccionar los más representativos, entre los que figura el siguiente.
Se relata que unos indios naturales de Tihosuco (actualmente pueblo del estado de Quintana Roo), quienes habían oído sobre los milagros y maravillas de la Virgen, llegaron hasta el Convento de Izamal llevando cargado a su hijo, el cual había nacido “encogido, tullido y lisiado”.
Los padres del mencionado chico de doce años, fueron con tres reales. Al hacer la petición, le dejaron dos a la Virgen, y reservaron el último para el momento de la materialización del milagro.
En vela esperaron dos días; pero advirtiendo que no se curaba, lo cargaron y salieron con él de la iglesia. Cuando se hallaban ya a espaldas del convento, el muchacho le dijo a su padre que lo bajase, pues se le ofrecía una necesidad del cuerpo.
Ante el asombro del padre, el chaval “quedó en pie desentumido, sano y bien dispuesto”. Viendo esto, regresaron al convento para dejarle a la Virgen el real que le habían reservado inicialmente.
El Festival de la Virgen de Izamal empieza a fines de noviembre y incluye corridas y procesiones y misas de varios gremios. Hay bailes y fiestas en la calle. El 7 de diciembre en la noche hay una serenata a la Virgen, y en la mañana del 8 se cantan Las Mañanitas. Luego la Virgen tiene una procesión por las calles y regresa al convento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario