domingo, 18 de noviembre de 2012

La Cuarta Profecia Maya


La Cuarta Profecia Maya

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La cuarta profecía Maya nos refiere que a consecuencia del aumento de la temperatura causado por la conducta antiecológica del hombre y una mayor actividad del sol, se provocará un derretimiento en los polos.
Cuando el sol aumenta sus niveles de actividad por encima de lo normal, esto hace que haya una mayor producción de viento solar, más erupciones masivas desde la corona del sol, un aumento en la irradiación y un incremento en la temperatura del planeta.
Esto lo estamos viviendo ahora. ¿Cómo fue que los Mayas pudieron saberlo?
Los Mayas se basaron en el giro de 584 días del planeta Venus para calibrar sus cálculos solares. Venus es un planeta fácilmente visible en el cielo, pues su órbita está entre la tierra y el sol.
Ellos nos dejaron registrado en el códice Dresde que cada 117 giros de Venus marcados cada vez que aparecen en el mismo sitio en el cielo, el sol sufre alteraciones y aparecen enormes manchas o erupciones de viento solar. Advirtieron que cada 5125 años se producen alteraciones aún mayores y que cuando esto ocurre el hombre debe de estar alerta; es el presagio de cambios y destrucción.
En el códice Desdre también figura la cifra 1366560 kines, que tiene una diferencia de 20 años con la cifra que aparece en el Templo de la Cruz en Palenque, que tiene tallado la cifra de 1366540 kines. Correspondiendo esta diferencia al período de tiempo que llamaban “tiempo de no tiempo”, que es en el cual estamos viviendo desde 1992, los cambios en la actividad del sol son más fuertes, puesto que las protecciones que tenemos a nivel planetario se están debilitando, el escudo electromagnético que nos cubre está disminuyendo su intensidad y ni que decir de la destrucción de la capa de ozono.
Si sabemos que muchas cosas que queremos que no sucedan y que causan grandes tragedias finalmente suceden, debemos concentrarnos en producir resultados positivos de nuestras acciones y al mismo tiempo crecer con las dificultades que se nos presenten. Debemos asumir la vida y tomar nuestras decisiones de manera consciente. Hay que abrir los ojos a las posibilidades que puede traernos un mundo en el que todos culpan a los demás de lo que sucede sin tomar responsabilidad por la manera en que hemos sido participes de ello. Debemos mirar con detenimiento nuestras acciones y como sociedad consiente; unirnos y trabajar en mejorarnos, asumir los efectos positivamente y con ello disminuir el daño colateral de los mismos.
Todas las profecías buscan un cambio en la mente del hombre, pues el universo está generando todos esos procesos para que la humanidad se expanda por la galaxia comprendiendo la integridad fundamental con lo que existe.
El mundo no se destruirá ya que la vida es infinita. Los cambios sociales y nuestra manera de lidiar con estos tiempos de crisis serán determinantes. El respeto a la tierra, la ecología, la solidaridad y la unión de nuestra especie son factores que nos ayudarán a enfrentar estos tiempos difíciles.

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